En México, se está produciendo un importante avance en la cultura de salud, que va más allá del ámbito escolar y tiene como objetivo fortalecer a las familias. De acuerdo con Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación Pública (SEP), el país ha logrado frenar la venta de alimentos saturados de azúcar, endulcorantes y aditivos en 8 de cada 10 escuelas públicas.
La encuesta realizada por la SEP misma revela que este es uno de los objetivos centrales de la estrategia Vive Saludable, Vive Feliz, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Delgado Carrillo destaca que el bienestar de los niños y niñas no solo depende del apoyo escolar, sino también de la educación y el cuidado que reciben en sus hogares.
La lucha contra la comida chatarra es un componente clave de esta estrategia. Los alimentos procesados y rico en azúcar, grasas y sodio pueden tener efectos negativos en la salud, desde obesidad hasta problemas cardíacos y cerebrovasculares. Al frenar la venta de estos productos en las escuelas, se está creando un entorno que fomenta el consumo de alimentos saludables y sostenibles.
La educación es fundamental para que los niños desarrollen hábitos alimenticios saludables. Sin embargo, también es importante considerar el papel de las familias en la formación de estos hábitos. Los padres y madres son modelos a seguir para sus hijos y tienen una gran influencia sobre sus decisiones al respecto.
La cultura de salud que se está construyendo en México no solo busca mejorar la salud individual, sino también fortalecer a las familias y crear un entorno más saludable en general. Esto implica involucrar a los padres y madres en el proceso educativo, proporcionarles herramientas y recursos para que puedan promover la salud en sus hogares y comunidades.
La estrategia Vive Saludable, Vive Feliz tiene como objetivo principal fomentar una cultura de salud integral, que abarque desde la educación hasta la política pública. Para lograr esto, es fundamental involucrar a todos los actores relevantes, incluyendo a las familias, las escuelas, los servicios de salud y la sociedad en general.
La encuesta realizada por la SEP también revela que el 80% de los estudiantes escolarizados creen que la comida chatarra es un problema importante para su salud. Esto sugiere que hay una conciencia clara sobre los efectos negativos de estos alimentos, lo que puede servir como base para educar y motivar a las familias para que adopten prácticas alimentarias más saludables.
La construcción de una cultura de salud en México no es un proceso fácil ni rápido. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso de todos los involucrados. Sin embargo, el impacto positivo en la salud pública y el bienestar individual puede ser significativo si se logra crear un entorno que fomente la salud y la well-being.
En resumen, el avance hacia una cultura de salud en México es un paso importante hacia la construcción de un futuro más saludable para todos. El freno a la venta de comida chatarra en las escuelas públicas es solo el comienzo de este proceso, que implica involucrar a las familias y crear un entorno que fomente la salud y el bienestar.